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En qué ámbitos trabajamos
Nuestro trabajo se centra en el apoyo y corrección de:
- Valoraciones psicológicas y pedagógicas (que incluyen áreas intelectuales, pedagógicas, perceptivas y emocionales)
- Trastorno por Déficit de Atención (con/sin hiperactividad)
- Problemas emocionales y de conducta en la infancia y adolescencia
- Aprendizaje y reeducación de la lectoescritura, así como sus patologías (disgrafía, disortografía...) y del ámbito matemático y de razonamiento
- Niños con necesidades educativas especiales
- Trastornos de Espectro Autista, síndrome de Down y otras circunstancias que requieren de un apoyo y seguimiento psicopedagógico
- Comprensión lectora y sus dificultades
- Apoyo y orientación familiar.
- En general, todos aquellos ámbitos que afectan a la familia y su entorno, con derivación a otros profesionales (neurólogos, psiquiatras, profesores de apoyo...) si la familia o el problema así lo exigen.
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La familia
Para poder realizar nuestro trabajo nos resulta imprescindible el contacto con la familia, la comunicación constante que nos describe los avances, retrocesos o estancamientos que se puedan producir.
A lo largo de estos años hemos visto a muchos muchachos con enormes dificultades conductuales o de aprendizaje o conductuales que, en su vida adulta, se mostraron responsables y resolutivos ante los problemas.
No siempre fue nuestro trabajo y, a menudo, tampoco el esfuerzo familiar el que obró ese cambio sino la madurez del muchacho, que le permitió afrontar los problemas de un modo diferente.
Sin embargo, esa madurez debe alcanzarse realizando un trabajo conjunto (familia, profesional, niño/a) que evite prolongar sus dificultades y, sobre todo, que se enquisten en su vida adulta.
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Problemas de Aprendizaje y Estimulación
Efectos de la pandemia
Aunque buena parte de los muchachos/as recibieron un apoyo académico por vídeo y mantuvieron contacto con su centro por este medio durante el confinamiento, en ocasiones algunos aprendizajes no era posible realizarlos. Ahora, dos años después del encierro, vemos que muchas habilidades básicas no se llegaron a realizar. Con más frecuencia nos encontramos niños con mala pinza digital, inadecuada prensión y presión del lápiz, mayores problemas de ortografía y grafía, peor comprensión lectora y expresión escrita. Los constantes cambios educativos tampoco facilitan estos aprendizajes que, entendemos, son básicos. Es por ello que insistimos constantemente en su buen asentamiento y adquisición más allá de lo que se considere 'académicamente correcto' y que, a menudo, no es lo adecuadamente adquirido.